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Fisioterapeuta- Osteopata C. O experto en escalada

viernes, 20 de enero de 2012

Prevenir mejor que curar

Estabilización de la cintura escapular

            La lesiones que sufrimos durante la actividad física son las principales trabas para conseguir un acondicionamiento total de nuestro cuerpo.
            Una vez estamos lesionados podemos hacer muchas cosas para acortar los plazos de recuperación, que desarrollaremos en “post” futuros,  de una manera segura y lo más eficaz posible para que la vuelta a la escalada sea con las máximas garantías. Mi mejor consejo es la rápida consulta con un fisioterapeuta de confianza que os acompañe en el camino de la mejor recuperación.
            Desde luego, es mucho mejor, realizar un trabajo de prevención de lesiones que debería estar integrado dentro del entrenamiento propio de la escalada.
            El pensamiento cotidiano es que debemos acudir a los profesionales cuando la lesión ya está instaurada. El tratamiento de las lesiones por sobrecarga puede empezar antes de que se produzcan, una sesión con vuestro fisioterapeuta permite una recuperación rápida después de los entrenamiento para de esta manera no acumular pequeñas disfunciones que posteriormente puedan desencadenar lesiones más graves.
            Además deberemos integrar en el entrenamiento del día a día:
1.- Correcta alimentación e hidratación



2.- Entrenamiento compensatorio



3.- Ejercicios en excéntrico




4.- Entrenamiento abdomino- lumbar en su musculatura más profunda



5.- Ejercicios de estabilización de la cintura escapular.


Hoy nos detendremos a explicar el porque de la necesidad de entrenar la estabilidad articular del hombro en todas sus articulaciones (glenohumeral, subacromial, acrmioclavicular, esternoclavicular y omotorácica). La fibras motoras que se encargan de “ mantener el hombro en su sitio” son diferentes de las que utilizamos al realizar por ejemplo una dominada o un lance, por ello una musculatura muy potente para la escalada no garantiza una optima estabilidad articular. Con este entrenamiento especifico pretendemos prevenir lesiones como por ejemplo la luxación articular o un esguince ligamentoso.

Específicamente el trabajo lo realizamos sobre los receptores nerviosos que se encuentran a nivel articular y los que se disponen dentro de los husos neuromusculares en las propias fibras musculares. Estos barorreceptores ( se estimulan ante los cambios de presión en unos casos intra-articular y en otros intramuscular reaccionando a los cambios de estiramiento- contracción propios de las fibras musculares) trabajan para integrar cualquier movimiento de nuestro cuerpo y mandar una información exacta a nuestro cerebro sobre la posición específica de cada articulación. Para poner un ejemplo, si estamos de píe y alguien nos empuja lentamente hacia la izquierda, primero nuestro cuerpo realizará un empuje contrario para evitar la caída y si no lo consigue, abriremos la pierna y el brazo, inclinaremos nuestro cuerpo a la derecha para de esta manera intentar no perder la vertical; la información que le llega al cerebro sobre el desplazamiento de nuestro cuerpo la emiten en gran medida estos receptores sensitivos y hacen que nuestro cuerpo reaccione para mantenerse erguido.

Además, al tener una correcta información sobre el posicionamiento articular, nuestra musculatura puede acumular más “power” para realizar la contracción especifica que te ayude a superar ese último lance.

Lo ejercicios que utilizaremos para este tipo de entrenamiento serán en carga y con inestabilidad para ello el único material que necesitaríamos sería una fitball ( pelota de Pilates) o unas anillas aunque las posibilidades para realizar este entrenamiento son prácticamente infinitas ya que sólo necesitamos superficies inestables y nuestro cuerpo.


           

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