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Fisioterapeuta- Osteopata C. O experto en escalada

jueves, 13 de marzo de 2014

Equilibrio Dinámico: Prevención de lesiones de hombro

Que el hombro es una articulación importante para el escalador y que de su buen estado depende en parte el progreso del rendimiento en la escalada, desde luego no es algo nuevo.
            Gran parte de los escaladores que acuden a mi consulta, sufren o han sufrido trastornos funcionales o lesiones en el hombro.
            El hombro posee en sí una cualidad que lo hace especial. Es un complejo articular formado por 5 articulaciones a las que se les exige movimiento en la practica totalidad de los segmentos del movimiento y cuya relación directa hace que la influencia de unas sobre otras pueda resultar determinante en el proceso evolutivo de una lesión.
            Estas 5 articulaciones son:
-       Gleno- humeral
-       Acromio- clavicular
-       Esterno- clavicular
-       Subescapular u Omotorácica
-       Subacromial
Estas articulaciones poseen tejidos tales como capsula articular, meniscos y ligamentos que se encargan específicamente de la estabilidad articular. Por otro lado, muchos músculos envuelven estas articulaciones, lo cual también es una gran ayuda para el soporte y otros se insertan mediante los tendones en las proximidades de la articulación, pudiendo incluso compartir fibras con la capsula articular e incluso recibiendo el líquido intraarticular dentro de ellos (lo cual nos dará mucho que hablar en el capítulo sobre tendinopatías).
Pero además, deberíamos tener en cuenta que gran parte de los músculos que participan en las acciones del hombro, tienen su origen o inserción en la columna vertebral, por lo cual, cualquier tipo de disfunción vertebral puede afectar sobremanera el estado del hombro y por ello su disposición al movimiento o a la fuerza.
Escalador: Miguel Navarro; Foto: BiZaes

Las patologías de hombro más frecuentes en relación a la practica de la escalda son:
-       Contracturas o Punto Gatillo Miofascial
-       Tendinopatías
-       Esguince- luxación
-       Inestabilidad anterior de hombro
-       Síndromes de los desfiladeros toracobraquiales
-       Disfunciones articulares.
Generalizando un poco, se podría decir que tanto las contracturas, punto gatillo miofasciales y las tendinopatías aparecen por la sobrecarga mecánica de los tejidos y un mal acondicionamiento muscular.
            Los esguinces y luxaciones son accidentes traumáticos agudos.
            La inestabilidad anterior del hombro aparece debido a un desequilibrio muscular importante y una incapacidad funcional de los tejidos que se encargan del centraje de la articulación.
            Los síndromes de los desfiladeros son estados compresivos del sistema nervioso periférico que aparecen por el desequilibrio muscular y la aparición de retracciones fasciales y disfunciones articulares.
Por su partes, las disfunciones articulares aparecen por la adaptación a la falta de movimiento de otras estructuras relacionadas.
La importancia de la prevención reside en no sufrir lesiones que condicionen nuestros planes, por es importante adquirir rutinas que complementen nuestro estado de forma.
En la Clínica AM fisioterapia- osteopatía realizamos un trabajo sobre el equilibrio dinámico agrupando disciplinas como el Pilates, Yoga, Tai- Chi, Body Balance y ejercicios de conciencia corporal trabajando específicamente sobre tejidos sensibles a sufrir lesiones.
Basaremos todos los ejercicios en la calidad de la contracción abdominal y la conciencia sobre las posiciones del cuerpo, para de este modo desencadenar el máximo de reacciones nerviosas y musculares que nos obliguen a un trabajo de estabilidad máximo.
Los órganos mediante los cuales nuestro cuerpo recibe la información sobre la posición en las que se encuentran las articulaciones, residen en músculos , tendones, ligamentos y también el la piel. Estos órganos reaccionan a los pequeños movimientos articulares mandando un mensaje a nuestro cerebro describiendo en cada momento la posición exacta en la que se encuentra cada tejido y este, interpreta y ordena la contracción o estiramiento de los diferentes músculos asegurando el buen estado de la articulación.
Por ejemplo, tenemos bien agarrado un cazo, de esos de los que te podrías llevar a casa, y con la otra mano estamos buscando una presa que queda algo lejana, perdemos el equilibrio y un pie se nos va, pero el cazo es bien bueno y nos quedamos cogidos a él. En el momento en el que el hombro debe soportar toda la fuerza de tracción, la velocidad con la que el impulso por el cambio de posición de la articular llegue al cerebro y el tipo y calidad de la señal que emita este, puede diferenciar entre volver a intentarlo o sufrir una lesión traumática como un luxación, un esguince, la rotura de un tendón…
Además, un buen entrenamiento sobre el control de estos estímulos, mejora la calidad de la fuerza muscular, ya que el reclutamiento de las fibras musculares necesarias para cada gesto fino será mucho más eficiente y esto se convertirá en una mejora de la eficacia gestual.
Estos son algunos de los ejercicios que utilizamos en nuestras clases de prevención de lesiones para escaladores.

1.     Trabajo de la musculatura abdominal profunda



Este es un ejemplo de un ejercicio de máxima contracción de la musculatura abdominal profunda. Con el trabajo de esta músculatura conseguimos mejorar la transmisión de fuerzas.



2.     Ejercicio de desequilibrio de hombro con potencia abdominal




Trabajamos la estabilidad del hombro además de solicitar una máxima contracción abdominal

3.     Fondos + aperturas laterales


  
Dependiendo de la velocidad con la que pasemos de una posición a otra en el ejercicios realizaremos trabajos sobre musculatura diferente.
Para aumentar el trabajo sobre la estabilidad podemos añadir elementos de desequilibrio y cambios en la posición de las piernas o brazos.






4.     Trabajo de disociación de ambas cinturas




En sí, la postura requiere gran concentración y trabajo abdominal además de solicitar gran contracción de los músculos relaciondos con la postura del hombro. Además, si realizamos una extensión de brazos y piernas añadiremos al desequilibrio la máxima contracción de la musculatura abdominal.



 Podremos añadir una tercera pelota para hacer trabajar a los hombro por separado y añadir dificultad al ejercicio.



Desde luego recomiendo incluir este tipo de ejercicios dentro de las rutinas de entrenamiento pero siempre poco a poco e ir aumentando la dificultad y exigencia de los mismos progresivamente.

No hay que olvidar que el fin de los mismos es la prevención de las lesiones y si realizándolos sufrimos algún dolor, lo más fácil será que lo estemos haciendo de una manera incorrecta y deberemos consultar con alguien para modificar la manera en la que lo realizamos.


Álvaro Macario Serrano
Fisioterapeuta y Osteopata
amfisioterapia.es



Agradecimientos a Sendoa Ortega, Miguel Navarro y BiZaes